lunes, 30 de abril de 2012

Características de Alocución a la Poesía 


                                                         Estilo clásico formal
Revaloriza a la naturaleza
Enumerativo
Objetivo
Intención didáctica
Decantación  del lenguaje

Alocución a la Poesía tiene dos temas fundamentales que son :

La primera parte exalta a la naturaleza  a igual que en Silva a la Agricultura
La segunda es una epopeya de la gesta independentista, exalta el patriotismo, esta dedicada a glorificar a los libertadores .


Silva a la  Agricultura de la Zona Tórrida 

Este poema  es una  exaltación a la agricultura de la zona tórrida , presenta:
Contraposición entre campo y ciudad
La vida sin sentido de las ciudades, frente a la trascendencia de la vida del agricultor
Repudio a la fastuosidad de la ciudad
Posee abundantes imágenes sensoriales, metáforas etc.



Silva a la Agricultura
Temas
Descubrimiento de América   
                                                    Estancia de cinco versos   Invocación inicial
                                       •Estancia de 12 versos   Panorama de América
                                       •Estancia de  46 versos   Análisis lírico del paisaje
 Colonización de América
                                      •Estancia de 69 versos         •Elogio al Campo
                                      •Estancia de 69 versos         Exaltación a la Libertad
                                      •Estancia de 67 versos           Alabanza al trabajo
Independencia de América
                                       •Estancia de  82 versos            Canto a la Paz
                                        •Estancia de 23 versos            Invocación Final


viernes, 27 de abril de 2012

Imágenes arte egipcio y Mesopotamico





Toro Alado de Korsabad


Zigurat

Estela de Hammurabí

Estatua sedente de Gudea, Rey de Lagash

Estatua Mespotámica de alabastro


Estela Mesopotámica de Naram Sin







EGIPTO





Templo de Karnak

Anubis

Colosos Sedentes

Pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos

Mascara Mortuoria de Tut Ank Amón 





Pintura Egipcia



Escriba sentado








El arte de las primeras civilizaciones Mesopotamia y Egipto


Durante aproximadamente 3000 años, en la región conocida como “creciente fértil” que es una amplia zona que va de la desembocadura de los ríos Tigris y Éufrates, al curso del río Nilo, pasando por la región este de Turquía, la isla de Chipre y toda la fachada mediterránea de Siria y Palestina…se sucedieron culturas diversas pero la “civilización”, la cultura urbana acabó instalándose definitivamente para lo que luego sería “occidente”.  Su influencia sobre otras culturas mediterráneas que iban surgiendo es fundamental e innegable.
En esta región también había aparecido tempranamente el Neolítico y la utilización de los metales: fue un foco de evolución cultural permanente.  Acaso una sobreexplotación agrícola fuerte acompañada de sobrepoblación empujó a “emigrar” pero también a “ocupar” otros territorios con recursos.
El comercio vivió un temprano inicio y un gran desarrollo: caravanas, por mar, en la misma ciudad y con el campo circundante. Y de esa forma se expandía la cultura también.  Las sociedades son tempranamente complejas y jerarquizadas. Esas jerarquías incluyen el uso clasista del poder del Estado mediante el ejército, la burocracia administrativa y la iglesia: la administración de los cultos. Por debajo queda una amplísima categoría de trabajadores y campesinos.  Y más abajo, los esclavos, en número creciente.

·         Mesopotamia  
 Entre los ríos Tigris y Éufrates, se crearon ciudades que, hacia el 2800 AC comenzaron a expandirse unas a costa de las otras. • En Mesopotamia aparece la escritura y la relación religión / poder político tendrá una formulación particular, diferente de lo que se verá  en Egipto. Ahí nacerán, también, las grandes religiones, con Abraham como patriarca. El arte mesopotámico es poco conocido y nos quedan escasos restos para la entidad que tuvieron sus culturas Los mesopotámicos diseñaron “ciudades” por lo que aquí nació el urbanismo.  La escasez de piedra, empujó a “inventar” materiales: el ladrillo y el adobe. Con ladrillos se crearon los primeros arcos y bóvedas.  La piedra, utilizada en “estelas” y para tallas fue muy escasa
Arquitectura: El zigurat. Es el templo en torno al que se organiza la ciudad. En realidad, se diría que la ciudad es una “ciudad-templo”  Es una torre escalonada, de planta cuadrada o rectangular. Las pareces están ligeramente inclinadas hacia adentro y podía llegar hasta las 7 plantas (se dice del babilónico: la “torre de babel”)  Consta de escalinatas para subir a las terrazas superiores… o para que “bajase” la divinidad. Y es que en el zigurat no se celebran ceremonias, es la morada del dios. Ahí sólo hay sacerdotes.  Se conocen más de una treintena por toda Mesopotamia
Escultura: La escultura en Mesopotamia cumple una función ornamental y de exaltación del poder.  Hay escultura exenta, pero sobre todo relieves. Los materiales son la arcilla, la piedra y la cerámica vidriada.  Las características: rigidez y estatismo: esculturas “bloque”;  representaciones de perfil;  nulo naturalismo, si bien se puede alcanzar cierto realismo expresivo con los animales
Egipto
En Egipto se desarrolló una idea del “más allá” muy particular, lo que llevó a un culto a los muertos muy complejo, que incluye la creencia en la vida después de la muerte.  Será también el primer lugar donde aparezca un “monoteísmo” de Estado, si bien por poco tiempo, pero que influirá en el “primer” monoteísmo duradero, el judaísmo.
 El arte egipcio que nos ha llegado y conocemos más son monumentos funerarios.  La arquitectura mortuoria daba cobijo eterno al difunto.  La escultura y la pintura proporcionaban a su parte física los placeres debidos para toda la eternidad.
  El arte egipcio, por tanto, es un arte “práctico” y el sentido estético es lo de menos: así, apenas hay cambios en lo formal durante los 3.000 años.  Sólo durante un corto tiempo, en medio de cambios revolucionarios en lo religioso… cambió el canon para volver al “estilo” habitual una generación después.
 La arquitectura: Monumentos funerarios:  La Mastaba  La Pirámide  El Hipogeo  El templo
   Las mastabas se situaban en la zona que está más elevada en la orilla izquierda del Nilo (occidente), por donde se pone el sol …  La mastaba se parece a una “casa” cubierta de terraza y con las paredes -de piedra o ladrillo (las casas eran de adobe)- achaflanadas hacia adentro, lo que da imagen de un “tronco” de pirámide, si bien mucho más ancho que alto.
  En el interior hay una cámara donde está la estatua del difunto y con una “puerta falsa” que comunicaría el mundo de los vivos y el de los muertos, y que se orienta al Este. Allí se ponían las ofrendas. – Tras la falsa puerta (sellado, pues) se accedía a un pozo excavado en la roca del subsuelo donde estaba la cámara sepulcral.
  La mastaba fue el primer enterramiento del faraón. Pero pronto pasó a serlo de los altos dignatarios… cuando el faraón pasó a un monumento más grandioso, la pirámide.
 La pirámide es un elemento, el más destacado de todo un complejo funerario: La pirámide, a modo de “túmulo” y que acoge el sarcófago del faraón;  el templo funerario donde sacerdotes y descendientes directos honrarían luego al faraón como divinidad. Está siempre al lado este y adosado;  la gran avenida ceremonial por donde llegaría la procesión;  y el templo para el culto popular.
 La pirámide está construida como un túmulo que se eleva hacia el cielo con una inclinación de las paredes de unos 51º.  Es de base cuadrada y con una perfecta orientación hacia los cuatro puntos cardinales. – Está construida con enormes bloques de piedra de varias toneladas.  El interior contiene pasadizos laberínticos y la cámara mortuoria.  Después del 1.500 AC. dejaron de hacerse.
 El hipogeo. Después del 1.500 AC (XVIII dinastía) en vez de pirámides se excava en la roca la monumental tumba del faraón.  La estructura es la misma que en los otros edificios funerarios: salas, corredores y un templo añadido.
 El templo. Las partes del templo son: avenida procesional, que culmina en los obeliscos Pilono o fachada: un módulo cual arco triunfal.  Patio descubierto y rodeado por una doble fila de columnas. Es donde se celebran los sacrificios y el lugar adonde pueden llegar los “profanos”.  Sala hipóstila: cubierta u también con una doble hilera de columnas.  Santasanctorum es una sala más estrecha, baja y al fondo: alberga la imagen de la divinidad y sólo acceden a ella el sumo sacerdote y el faraón. A medida que se avanza hacia el final, baja el techo y sube el suelo. También disminuye la iluminación pues sólo entra por las celosías en el desnivel de la terraza de cubierta, por lo que es muy escasa en la última sala que queda en penumbra.  En el templo egipcio “reside” la divinidad y las divinidades menores. También se le practica el culto y se le ofrecen sacrificios.
La escultura: –la creencia de que era posible asegurar la vida del difunto en el más allá al conservar su presencia física (el cuerpo embalsamado) y una imagen suya con los ojos bien abiertos se fundamentaba en que así el hálito vital (el ka) revivía en esa imagen (no confundir con “alma”)  A las esculturas, además, se sumaban ofrendas y se hacían pinturas que recreaban la vida y familia (y nombres, hazañas …) del difunto.
Como su función es práctica, no se buscan ni el movimiento, ni la belleza ni siquiera la veracidad realista pues se trata de captar el Ka.  El lenguaje es, pues, convencional: idealismo  hieratismo  rigidez  frontalidad  geometrismo  rostro inexpresivo y grandes ojos almendrados.
La pintura: La técnica más utilizada es el temple  Predomina la línea delimitando los contornos que luego llena el color plano pero rico en cromatismo.  Composición equilibrada pero poco naturalista.  Frontalidad: el pecho, los brazos y el ojo, pero el perfil para la cara y las piernas. – Para la pintura de animales, plantas y otros objetos, hay un realismo bastante marcado.  En la pintura humana también busca capta el Ka. Es en las tumbas donde más encontramos.
Si bien hay pintura desde el principio, con las primeras dinastías, es en el Imperio Nuevo, con las dinastías XVIII a XX cuando la pintura es más frecuente y vive un tiempo de esplendor.


LAS ORACIONES SUBORDINADAS


Las proposiciones subordinadas desempeñan una función dentro de la proposición principal.
Me gusta que llueva mucho
Quiero que me compren un coche
      
Existen tres clases de subordinadas según realicen la función de un sustantivo, un adjetivo o un adverbio.
Me agrada que te esfuerces tanto  (tu esfuerzo)  sustantiva
Tengo un compañero que trabaja mucho (muy trabajador)  adjetiva
Llegaron cuando habíamos terminado la cena (tarde)  adverbial de tiempo


Subordinadas sustantivas

En la oración desempeñan funciones propias de un sintagma nominal: sujeto, CD, suplemento, etc. El nexo más frecuente es la conjunción  que, también “si” en oraciones con significado disyuntivo (Dime si vienes o vas), dubitativo (Me pregunto si estará en sus cabales), interrogativo (No sé si me estás escuchando). También pueden ir yuxtapuestas –sin nexo- con adverbios o pronombres interrogativos (interrogativas indirectas).  No sé dónde lo puse, dime quién te lo ha dado.
Además de trabajar con el sí y con qué , también usan cómo, cuándo etc.

Subordinadas adjetivas

Realizan la función de los adjetivos. Complementan a un sustantivo de la  proposición principal al que llamamos antecedente.
Adoptaré al niño que me sonríe
Se unen a éste por medio de:
- Pronombres relativos: que, quien, el cual, la cual y sus plurales.
- Adjetivos relativo- posesivos: cuyo, cuyas…

Subordinadas adverbiales

Las subordinadas adverbiales desempeñan la función del adverbio. Se distinguen dos tipos: subordinas adverbiales propias y subordinadas adverbiales impropias.
 Las subordinadas adverbiales propias  son las que pueden ser sustituidas por adverbios de lugar, tiempo y modo. También llamadas circunstanciales, pueden ser:
De lugar: nexo donde, a veces precedido de preposición. Dirigió su mirada a donde se oían gritos.
De tiempo: nexos cuando, apenas, mientras, etc. Llegué cuando dejaba de llover.
De modo: nexos como, según. Lo hice como supe.
 Las subordinadas adverbiales impropias son las que no se pueden sustituir por adverbios. Existen varias clases:
Causales: nexos porque, pues, puesto que, ya que, como (verbo en indicativo), etc. Lo compré porque me gustaba mucho.
Consecutivas: nexos  tanto…que, por tanto, por consiguiente, luego, así es que, etc. Pienso, luego existo. Es tan alto que no cabe por la puerta.
Condicionales: nexos si, como (verbo en subjuntivo), con tal que, etc. La proposición subordinada recibe  el nombre de prótasis y  la principal, de apódosis.  Si quieres estudiar medicina, tendrás que sacar buena nota.
Concesivas: nexos aunque, a pesar de que, aun cuando. Aunque no quiera iré a la fiesta.
Comparativas: nexos más…que, menos…que, tan…como, etc. Me gusta más el jamón que la langosta.
Finales: nexos para que, a que, a fin de que, etc. Vengo a que me paguen.

jueves, 12 de abril de 2012



Alocución  a la poesía




Divina poesía,
tú, de la soledad habitadora,
a consultar tus cantos enseñada
con el silencio de la selva umbría;
tú, a quien la verde gruta fue morada,
y el eco de los montes compañía;
tiempo es que dejes ya la culta Europa,
que tu nativa rustiquez desama,
y dirijas el vuelo adonde te abre
el mundo de Colón su grande escena.
También propicio allí respeta el cielo
la simple verde rama
con que al valor coronas;
también allí la florecida vega,
el bosque enmarañado, el sesgo río,
colores mil a tus pinceles brinda;
y céfiro revuelto entre las rosas;
y fúlgidas estrellas
tachonan la carroza de la noche;
y el Rey del cielo, entre cortinas bellas
de nacaradas nubes, se levanta,
y la avecilla en no aprendidos tonos
con dulce pico endechas de amor canta.
    


¿Qué a ti, silvestre ninfa, son las pompas
de dorados alcázares reales?
¿A tributar también irás con ellos,
en medio de la turba cortesana,
el torpe incienso de servil lisonja?
No tal te vieron tus más bellos días
cuando en la infancia de la gente humana,
maestra de los pueblos y los reyes,
cantaste al mundo las primeras leyes.
No te detenga, ¡oh diosa!,
esta región de luz y de miseria,
en donde tu ambiciosa
rival Filosofía,
que la virtud a cálculo somete,
de los mortales te ha usurpado el culto;
donde la coronada hidra amenaza
traer de nuevo al pensamiento esclavo
la antigua noche de barbarie y crimen;
donde la libertad, vano delirio,
fe la servilidad, grandeza el fasto,
la corrupción cultura se apellida:
descuelga de la encina carcomida
tu dulce lira de oro, con que un tiempo
los prados y las flores, el susurro
de la floresta opaca, el apacible
murmurar del arroyo transparente,
las gracias atractivas
de natura inocente
a los hombres cantaste embelesados;
y sobre el vasto Atlántico tendiendo
las vigorosas alas, a otro cielo,
a otro mundo, a otras gentes te encamina,
do viste aún su primitivo traje
la tierra, al hombre sometida apenas;
y las riquezas de los climas todos,
América, del sol joven esposa,
del antiguo océano hija postrera
en su seno feraz cría y esmera.



Observación  :  en  la  poesía  original  no  se  usaba  la  y  griega  sino  la  i  latina 

CANTAR ·3 

LA AFRENTA DE CORPES 


Ya se marchan de Ansarera los infantes de Carrión,
de día y de noche andan, no se dan descanso, no,
dejan a la izquierda Atienza, un fortísimo peñón,
ya la gran sierra de Miedes detrás de ellos se quedó
y por esos montes Claros cabalgan más y mejor.
A un lado dejan a Griza, la que Álamos pobló,
y las cuevas donde a Elfa este Álamos encerró.
San Esteban de Gormaz allá a la diestra se vio.
En el robledal de Corpes entraron los de Carrión,
las ramas tocan las nubes, muy altos los montes son
y muchas bestias feroces rondaban alrededor.
Con una fuente se encuentran y un pradillo de verdor.
Mandaron plantar las tiendas los infantes de Carrión
y esa noche en aquel sitio todo el mundo descansó.
Con sus mujeres en brazos señas les dieron de amor.
¡Pero qué mal se lo cumplen en cuanto que sale el sol!
Mandan cargar las acémilas con su rica cargazón,
mandan plegar esa tienda que anoche los albergó.
Sigan todos adelante, que luego irán ellos dos:
esto es lo que mandaron los infantes de Carrión.
No se quede nadie atrás, sea mujer o varón,
menos las esposas de ellos, doña Elvira y doña Sol,
porque quieren solazarse con ellas a su sabor.
Quédanse solos los cuatro, todo el mundo se marchó.
Tanta maldad meditaron los infantes de Carrión.
"Escuchadnos bien, esposas, doña Elvira y doña Sol:
vais a ser escarnecidas en estos montes las dos,
nos marcharemos dejándoos aquí a vosotras, y no
tendréis parte en nuestras tierras del condado de Carrión.
Luego con estas noticias irán al Campeador
y quedaremos vengados por aquello del león."
Allí los mantos y pieles les quitaron a las dos,
sólo camisa y brial sobre el cuerpo les quedó.
Espuelas llevan calzadas los traidores de Carrión,
cogen en las manos cinchas que fuertes y duras son.
Cuando esto vieron las damas así hablaba doña Sol:
"Vos, don Diego y don Fernando, os lo rogamos por Dios,
sendas espadas tenéis de buen filo tajador,
de nombre las dos espadas, Colada y Tizona, son.
Cortadnos ya las cabezas, seamos mártires las dos,
así moros y cristianos siempre hablarán de esta acción,
que esto que hacéis con nosotras no lo merecemos, no.
No hagáis esta mala hazaña, por Cristo nuestro Señor,
si nos ultrajáis caerá la vergüenza sobre vos,
y en juicio o en corte han de pediros la razón."
Las damas mucho rogaron, mas de nada les sirvió;
empezaron a azotarlas los infantes de Carrión,
con las cinchas corredizas les pegan sin compasión,
hiérenlas con las espuelas donde sientan mas dolor,
y les rasgan las camisas y las carnes a las dos,
sobre las telas de seda limpia la sangre asomó.
Las hijas del Cid lo sienten en lo hondo del corazón.
¡Oh, qué ventura tan grande si quisiera el Creador
que asomase por allí Mío Cid Campeador!
Desfallecidas se quedan, tan fuertes los golpes son,
los briales y camisas mucha sangre los cubrió.
Bien se hartaron de pegar los infantes de Carrión,
esforzándose por ver quién les pegaba mejor.
Ya no podían hablar doña Elvira y doña Sol.

Lleváronse los infantes los mantos y pieles finas
y desmayadas las dejan, en briales y camisas,
entre las aves del monte y tantas fieras malignas.
Por muertas se las dejaron, por muertas, que no por vivas.
¡Qué suerte si ahora asomase el Campeador Ruy Díaz!